Diez de las 55 páginas del
Informe, estuvieron destinadas a analizar y a proponer reformas sobre el
sistema educativo provincial. Esto no es casual: como el mismo relevamiento
señalaba, para realizar un ajuste de la magnitud que se proponía para la
provincia, debía considerarse “con
atención” al sector educativo. Allí estaba el 34%, a niveles de 1992, de
los agentes públicos provinciales. Debe tenerse presente que, por esos años, se
estaba completando la transferencia de la educación de la Nación a la Provincia. Desde
1991, el Estado provincial pagaba los sueldos a los maestros de escuelas
públicas que iban a ser traspasadas. En el presupuesto 1992 a este renglón se
destinaron 37,4 millones de pesos, según la cita del propio Informe (…)
El Informe construyó primero un
escenario donde existían tres variables que confluían para reformar el sistema
educativo entrerriano, a fin de ajustarlo a los criterios del modelo económico
social que se buscaba implementar. El primero era un reajuste de la currícula
educativa, el segundo era la estructura de la planta de personal y el tercero
la readecuación de la composición del plantel docente. En el primer caso, se
proponía una reducción de los contenidos educativos; en el segundo un
achicamiento de la cantidad de docentes y en el tercero una transformación del
sistema de suplencias, licencias y adscripciones.
A la restricción de contenidos
educacionales, el Informe la tomaba como una variable a la que daba el pomposo
nombre de “Estructura curricular de definición
de plantas funcionales”. Se sustentaba en el siguiente cálculo, que
transcribimos en su totalidad:
Si se analiza la estructura horaria de un primer grado del nivel
primarios se advierte que sobre 25 hs. semanales de clase, la enseñanza de la
lengua ocupa sólo el 24% de la carga horaria, cuando la importancia de la lecto
– escritura determina el fracaso o el éxito en los años subsiguientes del
nivel, como contrapartida otro 24% de la carga horaria es desempeñada por
maestros complementarios.
De este ejemplo se infiere que:
El docente responsable del currículo básico, sólo atiende a sus alumnos
el 76% de su carga horaria.
Como el costo salarial de estos servicios complementarios es más caro, la prestación se encarece un 40%[i].
Este esquema se repite a lo largo de los siete años de escolaridad y si
se toma como la hipótesis un 25% de desgranamiento, el requerimiento para el
financiamiento sobre la prestación básica se ha aumentado aún más.
(…)
Como corolario de esta
evaluación, el Informe proponía medidas y detallaba un programa de reformas.
-
De cortísimo plazo
·
No se
cubrirán las suplencias de maestros especiales de los niveles inicial y
primario común hasta el 31 de diciembre de 1992.
·
Dejar sin
efecto las comisiones de servicio y/o adscripciones del personal docente en
todas las modalidades y niveles.
·
Se
suspende hasta el 31 de diciembre de 1992, el otorgamiento de traslados
interjurisdiccionales del personal docente de la provincia.
(…)
-
De corto plazo
·
Se
declaran caducas al 31 de diciembre de 1992, todos los nombramientos de
personal suplente a término fijo y en cargo vacante.
·
Crear una
comisión técnica que tendrá por misión revisar la normativa vigente sobre el
diseño y administración de las plantas orgánico – funcionales, con el objetivo
de dar mayor eficiencia a la relación alumnos docentes.
(…)
-
De mediano plazo
·
Congelar
por ciento ochenta días, toda “experiencia de innovación educativa” que
implique mayores innovaciones presupuestarias a las prestaciones tradicionales[ii].
·
No se
extiende al ciclo superior la experiencia de innovación en curso.
(…)
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